Puerto
La orilla oriental de la ciudad, un lugar bullicioso, está llena de muelles de madera que crujen bajo el peso de barcos desgastados por la intemperie. Barcos de pesca y mercantes se balancean en las olas, con sus mástiles surcando el cielo gris y las velas agitadas por el viento. Alrededor, almacenes de piedra y madera con techos oscuros y ventanas estrechas albergan un tráfico constante de mercancías. El aire resuena con el chirrido de grúas, los gritos de cargadores y el bullicio del mercado, mientras las gaviotas vuelan sobre las aguas agitadas.